El electrosmog, un problema cada vez más prevalente en nuestra sociedad, está vinculado a una multitud de condiciones de salud como el tinnitus, el trastorno por déficit de atención (ADHD) en niños, el deterioro cognitivo progresivo y el aumento de enfermedades autoinmunes. Asimismo, el creciente número de personas con alteraciones del sueño, muchas de las cuales dependen de medicación para descansar, ha encendido las alarmas sobre el impacto potencial de la exposición prolongada a campos electromagnéticos.
El concepto de electrosmog se refiere a la contaminación electromagnética causada por radiaciones no ionizantes derivadas de la infraestructura eléctrica y las telecomunicaciones. Este problema no debe considerarse como un fenómeno aislado; sus efectos parecen estar relacionados entre sí y apuntan hacia un co-factor común: la elevada exposición no detectada a campos electromagnéticos.
Antecedentes del Proyecto
En 2013, inicié el proyecto Noxtak en Aruba con el objetivo de evaluar el fondo de microondas artificiales y campos electromagnéticos de baja frecuencia (LF). Al principio, mi interés se centró en monitorear las zonas residenciales y comparar los síntomas de electrohipersensibilidad (EHS) con los niveles de exposición a estos campos. Este enfoque reveló un panorama preocupante: variaciones significativas en los niveles de radiación durante diferentes momentos del día y en zonas con características similares.
Tres hallazgos fueron particularmente reveladores:
1. Las dinámicas de exposición varían entre ciudades, incluso cuando comparten características urbanas similares.
2. La infraestructura, materiales de construcción y tendidos eléctricos afectan de manera significativa la exposición directa.
3. En zonas mixtas (residencial-comercial), los niños y ancianos eran más vulnerables a niveles semiindustriales de exposición.
El Protocolo EFEIA
Este monitoreo sistemático me llevó a diseñar los cuestionarios EFEIA, los cuales documentan casos de EHS relacionados con niveles específicos de exposición electromagnética. El desarrollo de este protocolo fue un hito crucial, ya que proporcionó una herramienta para analizar y correlacionar síntomas con niveles de exposición. Este grupo de cuestionarios permite el diagnóstico, seguimiento, monitoreo y guía de las personas con EHS de una manera no invasiva. A través de estos cuestionarios, es posible detectar los posibles indicadores de electrosensibilidad y adaptar el entorno de la persona para minimizar su exposición a los campos electromagnéticos.
El Protocolo de EFEIA se ha convertido en una herramienta fundamental en mi trabajo como consultor de electrosmog. He visto cómo, al utilizar este enfoque, las personas con EHS pueden recuperar el control sobre su vida y, en muchos casos, experimentar mejoras significativas en su salud. Además, permite una detección temprana de indicadores de EHS, lo que es crucial para intervenir antes de que los síntomas se agraven.
La comunidad de consultores certificados de la Academia GEMS, quienes han estudiado y aplicado este protocolo, es testigo de su efectividad. A lo largo de cientos de casos, estos consultores han demostrado que el Protocolo de EFEIA no solo ofrece una herramienta precisa para la detección de EHS, sino que también permite realizar análisis más completos de la situación de cada persona. Esta evaluación va más allá de los síntomas físicos inmediatos, proporcionando un cuadro detallado de los factores ambientales, psicológicos y de estilo de vida que contribuyen al estado de salud de la persona.
Uno de los aspectos clave del Protocolo de EFEIA es que no se limita a la identificación de la exposición a radiaciones electromagnéticas, sino que también evalúa los hábitos y comportamientos de la persona. Esto incluye cómo interactúan con los dispositivos electrónicos, la distribución de sus espacios de descanso y trabajo, e incluso los niveles de estrés y el impacto psicológico que puede tener la exposición prolongada a campos electromagnéticos.
Los consultores de la Academia GEMS han atestiguado que, al usar el Protocolo de EFEIA, es posible desarrollar planes personalizados para cada persona, basados en una evaluación profunda y multifactorial. Este enfoque no solo mejora la calidad de vida de quienes padecen EHS, sino que también permite implementar estrategias preventivas para evitar que los síntomas se agraven o afecten a nuevas áreas de la vida.
Lo que hace destacar este protocolo es su enfoque no invasivo y su capacidad para adaptarse a cada individuo. Gracias a la participación activa de los consultores certificados, las evaluaciones realizadas con el Protocolo de EFEIA son mucho más precisas y ofrecen una guía clara para mitigar el impacto del electrosmog en el entorno personal. Además, el Protocolo ofrece un seguimiento constante, lo que permite ajustar las recomendaciones a medida que la persona avanza en su proceso de mejora.
La comunidad de consultores que utiliza este protocolo ha sido instrumental en su perfeccionamiento, aportando casos reales y experiencias prácticas que han fortalecido su validez. Con cada nuevo caso, el Protocolo de EFEIA ha demostrado ser una herramienta indispensable para quienes buscan soluciones al impacto del electrosmog en su salud.
Gracias al trabajo en conjunto de la comunidad de GEMS y la eficacia comprobada del Protocolo de EFEIA, hoy en día es posible ofrecer una solución más completa y efectiva para las personas que sufren de Electrohipersensibilidad. Esto ha permitido que cientos de personas encuentren alivio y mejoren su calidad de vida, al tiempo que se promueve una mayor conciencia sobre los efectos del electrosmog y las maneras de enfrentarlo.
Monitoreo Global y Necesidad de una Comunidad de Consultores
En 2014, amplié este proyecto a la isla de Curazao, observando diferencias significativas entre ambas islas debido a sus infraestructuras y exposiciones industriales. Este monitoreo, extendido a varias ciudades de Asia, Europa y América, reveló patrones y variables que variaban según las condiciones locales.
Con base en estas investigaciones, estoy convencido de que una comunidad global de consultores, que reproduzca estos estudios localmente, será clave para comprender mejor el electrosmog. Esta red permitiría compartir datos y retroalimentar el conocimiento, creando una comprensión más profunda de este fenómeno.
El Nuevo Paradigma del Electrosmog
Tradicionalmente, los expertos en electrosmog han centrado sus esfuerzos en reducir los niveles de exposición. Sin embargo, este enfoque no es suficiente. El nuevo paradigma se basa en comprender el “ruido electromagnético” generado por la polarización de las radiaciones. Aun cuando los niveles de exposición parezcan bajos, la interferencia de frecuencias de radio puede causar efectos adversos significativos, como se ha documentado en casos de EHS. La tecnología ha avanzado, y con ella, nuestras herramientas de diagnóstico también deben evolucionar. Hoy contamos con nuevos instrumentos de medición, software avanzado y modelos de inteligencia artificial que nos permiten analizar múltiples variables simultáneamente. Este enfoque, en conjunto con encuestas como el protocolo EFEIA, es esencial para diagnosticar con precisión el verdadero alcance del electrosmog.
Llamado a la Acción
Por estas razones, he decidido lanzar una comunidad global de consultores en electrosmog, comprometidos con el entendimiento de este nuevo paradigma. Esta red permitirá documentar y compartir investigaciones, educando a la sociedad sobre las múltiples facetas del electrosmog y ayudando a mitigar sus efectos.
Invito a todos aquellos que entienden la gravedad del problema a unirse a esta comunidad como colaboradores, y junto a los miembros de la comunidad de Consultores Coaches y Tecnicos certificados de la Academia GEMS, aportar investigaciones, educar a la población y, lo más importante, proteger la salud y el bienestar de las generaciones futuras. Dando nacimiento a la Sociedad Global de Monitoreo Electromagnetico (Global Electromagnetic Monitoring Society).
Este boletín marca el inicio de una nueva era en el control y evaluación del electrosmog. Es hora de usar el poder de la colectividad para enfrentarnos a uno de los mayores desafíos de nuestra era tecnológica.
Autor: J. Joaquín Machado L.
Especialización: Nanotecnología y Radiación Electromagnética